Brownie vegano con Manzanas

Unos meses atrás asistí a un curso de repostería sin azúcar, nuestra maestra fue la chef Alejandra Tolosa.

Fueron 2 sesiones en que ella nos entregó varias recetas, usando como endulzante la tagatosa. 

Ahora tú te preguntarás  ¿qué es la tagatosa? Es un producto que se obtiene de la lactosa presente en la leche, pero cuando se elabora elimina todo vestigio de la lactosa. La pueden utilizar sin problemas los intolerantes a la lactosa, insulinoresistentes, diabéticos y cualquier persona que quiera cuidar su peso. Es un buen reemplazo de la azúcar en la repostería debido a que no afecta su sabor a altas temperaturas, también sirve para el café o té, mermeladas, hasta puedes hacer caramelo o merengue. Es un producto que se encuentra aprobado por la Organización Mundial de la Salud.

Volvamos a nuestros brownies, si bien la receta base es de Alejandra; en casa hice unos ajustes y la transformé porque mi hermana es alérgica a las nueces y ella tenía muchas ganas de comer brownies saludables.

Brownies veganos

150 grs de harina integral

50 grs. de harina de coco

20 grs. de cacao amargo

100 grs. de tagatosa  (su símil en azúcar son 200 grs)

2 cdtas polvos de hornear

1/2 cdita de sal

100 ml de leche vegetal

30 ml de esencia de vainilla

50 ml de aceite

2 manzanas (tb puedes reemplazar por 100 grs de nueces troceadas)

80 grs de chips de chocolate

Preparación:

- Pelar una de las manzanas y cortar en trozos pequeños.

- Calentar una sartén y dorar unos minutos la manzana picada.

- Cernir las harinas, polvos de hornear, sal, cacao, tagatosa y reservar.

- En un bol unir la leche vegetal, vainilla y mezclar de a poco con los ingredientes secos.

- Luego incorporar el aceite.

- Pelar la otra manzana, rallar y unir a lo anterior.

- Agregar los chips de chocolate, la manzana salteada y unir muy bien. 

- Cubrir un molde cuadrado de 22 cm x 22 cm con papel mantequilla y verter la preparación.

- Cocinar en horno precalentado  a 170° por unos 30 minutos.

- Dejar enfriar y cortar en rectángulos.

Un abrazo,
Marta.